miércoles, 17 de agosto de 2011

El Mal

EL PROBLEMA DEL MAL


Hola, buen día, en el articulo de hoy trataremos uno de los cuestionamientos más históricos y arraigado a nuestra psiquis humana en relación a nuestro mundo. Para ello le daremos un enfoque en gran medida filosófico. Para comenzar te pediré lo siguiente:
Considera estas cuatro afirmaciones:

1) Dios es todopoderoso, pues todo esta al alcance de su poder.

2) Dios es omnipotente.

3) Dios es de una bondad perfecta.

4) Hay mal en el mundo.

Desde un punto de vista tradicional, los “teístas”, es decir, la gente que cree en Dios, ha aceptado estas cuatro ideas, pero muchos filósofos han argumentado que son incompatibles entre si. Si Dios es todopoderoso, podría haber hecho un mundo en el que no existiera el mal. Y como un mundo sin mal es mejor que uno que lo tiene, ¿Cómo podría un Dios benevolente crear a sabiendas un mundo en el que existe el mal?

Una de las soluciones es afirmar que Dios no es responsable de que exista el mal en el mundo. Los que defienden esta versión argumentan que Dios creó el mundo pero que la humanidad creó el mal. La humanidad tiene voluntad propia y la única forma en la que Dios podría haber evitado que surgiera el mal habría sido hurtándole esa voluntad. Pero continúa el argumento, un mundo en el que no tuviéramos nuestra propia voluntad sería incluso peor que el mundo actual. Por lo tanto, Dios tomó la mejor opción: creó a la humanidad con voluntad propia, lo que hizo posible el mal.

Por supuesto, esta teoría no resuelve el problema de los males naturales, ya sean huracanes, terremotos y tsunamis que causan muerte y sufrimiento. Dios podría haber  hecho una naturaleza con menos capacidad para causar desastres que se llevan por delante la vida de los inocentes. ¿Por qué no lo hizo? 

Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) respondió a esta cuestión con su famosa proposición de que éste es el mejor de los muchos posibles. No cabe duda de que algunas de las características de este mundo son malas, por ejemplo, la existencia de huracanes mortíferos. Sin embargo, defendía Leibniz, un mundo sin huracanes mortíferos seria peor que el mundo actual. Por ejemplo, carecería de las elegantes leyes naturales que rigen el comportamiento del clima.
Ahora bien, dentro de este juicio también esta el concepto de “Teodicea”, el cual hace referencia al problema de hacer compatible la idea de la bondad perfecta de Dios con el Mal en el mundo.
Algunos filósofos creen que Dios no pudo elegir un mundo mejor y que optó entre diversas alternativas. Argumentan que si Dios hubiese tenido que elegir el mejor mundo, se plantearía un conflicto con su libertad de elección. 

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Atte
Gabriel Bañados Balmaceda


5 comentarios:

  1. Una leccion importante en tan pocas lineas, gabo tre pasaste, buen texto.

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  2. A Ricardo Cuevas le gusta éste arículo.

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  3. Puede ser que nuestra conciencia conciba el Mal y el Bien, y lo coloco en éste orden, porque somos mandados en quedar pegado en lo negativo. Si aceptáramos que todo lo que ha de suceder, sucederá, que existe un orden y equilibrio en cada una de las cosas que sucede, podriamos, tendriamos la posibilidad, al menos, de no sufrir por aquéllo que nos es quitado...APEGO dijo Buda en sus Nobles Verdades...por ahí puede que haya una respuesta....la otra es que al ser Dios (en el concepto cristiano que conocemos de El)una invención de la mente humana, es imperfecto...como sus creadores...
    Marión

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    1. Simplemente gracias por su perspectiva.......Interesante Madame, sumamente interesante.

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  4. Marión Castillo M El Mal es el menos Bien...

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