domingo, 17 de marzo de 2013

Poemas de mi segundo libro, para Mundo Consciencia


   Un Espíritu desesperado

El silencio filtrado entre las sombras
caminantes de la noche introspectiva,
me comienza a retorcer el Espíritu
profundo que habita en mis oscuridades
psíquicas olvidadas por el olvido,
pero vivas como el fuego olvidado,
que tarde o temprano se hará famoso
entre los aires y temido en la tierra,
donde acabará convertido en incendio.


Los ladridos perdidos sin destino
y el eco de mis pulsaciones descalibradas,
hacen de éstos momentos un momento
exquisitamente desconcertante y doloroso,
donde cada pensamiento danza
en la búsqueda eterna de la eternidad,
y donde cada mirada busca ser libre,
busca hacerse única y libre de mi ego,
quien goza de soberbia y falsedad.

Me desespero, necesito volar,
romper éstos límites
cínicamente consensuados,
derribar los segundos pulcros de muerte,
anular los pies del tiempo impaciente,
destruir la visión de éstos ojos traicioneros,
acabar con ésta celda que restringe
mi cosmos.

Desconcertante, es mi conflicto existencial
entre lo meramente existente
y lo que yo hago existir.



Doloroso, es el perfume impregnado
en mi piel, que huele a fraude y decepción,
que punza en cada vivir.

Desesperación transpirada por los poros
de mi consciencia saturada
de chabacanería,
caducada de mensajes colapsados de licor
alucinógeno e intoxicánte del peor
de los placeres… el ensueño.


Hipnotizo al Espíritu de mi existencia,
sedándolo  con esperanzas enfrascadas
en poemas osados de épica agresiva,
que tranquilizan mi llama interior
descontrolada por el frenesí cósmico
de noches provocativas como ésta…
de noches controvertidas  como ésta…

… Me vuelvo promesa…

                     -G. Bañados Balmaceda.