miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL SAUCE - UNA POESIA A MI NIÑEZ

El Sauce
Cuando encontraba las horas del alba de mi niñez
Descubrí que tenía la buena suerte de gozar de dos hogares:
Uno construido por mis padres;
Otro construido por el imperio de mi niñez.

El sauce; un gran amigo.
Nos fue de compañía por toda nuestra joven era,
Nos reíamos juntos, nos endulzábamos juntos,
Hasta llorábamos juntos.
Cuando el sauce lloraba le hacíamos de pañuelo,
Recuerdo que lo dejábamos como nuevo.

Cuantas veces no lo convencimos de adherirle aretes,
Pero tarde o temprano se daba cuenta,
El sabía que en realidad solo eran viejas tablas;
Pero era tan noble que se dejaba.
Y a clavo limpio se los incrustábamos,
Pero nuestro buen amigo aguantaba;
Éramos amigos leales, el lo sabía,
Y dicha lealtad lo demostraba a limpia savia.

Luego lo escalábamos a través de sus nuevos aretes,
Y poco a poco comenzamos a vestirlo,
Y con la ayuda de mi padre le hicimos de unos zapatos,
Y se los encajamos como fue posible,
Y así con mis amigos le fuimos prestando prendas,
Algunos sacaban de sus casas,
Otros salían de excursión, de trastiendas,
 Y otros se gastaban los pesos de la mesada
Comprándole ropa nueva en la boutique “Ferretería Covarrubias”.

Inolvidables tiempos fueron en los que la lluvia se aparecía
Nunca estábamos en casa, sino que
En los brazos de nuestro buen amigo el sauce.
Aunque a veces llegaban algunas mamás neuróticas
Sacándonos de las orejas y un tanto mojados,
Pero siempre nos excusábamos
Diciendo que el sauce nos protegía de la lluvia erótica.  

El sauce fue un buen amigo,
Nos permitía tirarle de las mechas, y así
Sentirnos como Tarzán en la selva.
El sauce fue un confidente leal,
El sauce nos guardó tantos secretos como un libro de magia,
Supo de nuestras penas, eras,
Y de lo que corría por nuestras venas.

El sauce nunca salía, siempre estaba,
Si lo ibas a buscar allí lo encontrabas,
Aunque a veces su humor cambiaba.
En el verano el sauce andaba risueño,
Se ponía gozoso de cualquier cosa.
En el otoño era algo reservado, circunspecto,
Y con esto al respecto,
El más nunca nos faltó el respeto.
En el invierno se drogaba con somníferos de inclemencia,
Y además se meaba el cuerpo,
Como si estuviera en un sueño profundo.
Y también había otras veces, generalmente en primavera
Que el sauce se vestía tan bonito
Que nos llegaba a encandilar con su hermoso verde de verdad.

Quien como el sauce, era excelente amigo,
Y digo era porque ya no esta.
Recuerdo que los últimos años de su vida
Comenzó a tener problemas comunicacionales con su arrendador,
Pareciera que a éste no le gustaba para nada
Que lo fuéramos a visitar tan seguido,
Ni menos que hiciéramos nuestras fiestas de niños.

Con dolor recuerdo que llegó una mañana de color plomo
Y con espasmos en el pecho y en el alma,
Me encontré visitando a mi buen amigo el sauce,
Pero el ya no estaba, lo habían desterrado,
Arrancado sin piedad alguna de los recuerdos
Nobles y sensatos de su madre tierra.
Aquel día lloré
Lloré con concurrencia,
Lloré memorable,
Lloré solo,
Lloré con mis amigos,
Con mi padre, con mi madre, con mi abuela,
Lloré con mi pieza, con mis cuadros,
Con mis perros de la calle,
Lloré llorando la tristeza del llanto,
Lloré sin saber que,
Lloraba el final del imperio de mi niñez que quise tanto.

Con los amigos de la hermandad imperial
También gritamos, odiamos, maldijimos,
Injuriamos, y lo hicimos con fuerza,
Pero ahora con una nueva fuerza;
La fuerza de niños convertidos en hombres
 Gracias a la gracia del dolor agradecido.

Sauce, tú nuestro buen amigo,
Nuestro buen maestro,
Amigo que nunca fue reemplazado,
Amigo leal,
Amigo maternal,
Amigo fraternal,
Amigo natural.
Gracias por tus momentos,
Por tus incontables horas de buen amigo,
De buen compañero, de buen apoyo, de amigo bienvenido.

Te llevo en mi mente sauce,
Te llevo en el alma sauce,
Te llevo suave y profundo, pero te llevo sauce.
Como la nobleza más pura del crepúsculo de mi niñez
Y de la niñez de todos mis viejos y memorables amigos.
Adiós Árbol Ave.
Lo más alto de mi alma
Se despide de lo más alto de tu alma
Querido sauce.
Descansa en paz buen hermano.



                                                  - Por Gabriel Bañados Balmaceda.
     En memoria de la sagrada niñez de su vida
                                                                         Y de la de sus primeros y buenos amigos.  












4 comentarios:

  1. CUMPLISTE UN PAPEL HERMOSAMENTE NOBLE EN MI VIDA, Y ELLO LO RECORDARÉ ETERNAMENTE.
    UN AVE PARA TI QUERIDO AMIGO.

    GABRIEL BAÑADOS

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  2. Loreto San Juan Gracias Gabriel, no se si te refieres al www.danzadelavida.wordpress.com de todas formas si no lo has visto dale una mirada, ya que creo que sería bueno que la gente de psicología, con la que tienes contacto supiera de la formación de un año de duración, de danzaterapia método Danza de la Vida, que comenzará ahora en Octubre. Si existiera interés, podría ir a Talca y contarles personalmente de que se trata, la formación se realizará en Curicó en 10 módulos de un fin de semana al mes. Espero tus comentarios, un abrazo

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    danzadelavida.wordpress.com
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  3. Marión Castillo M
    tu sauce es como mi eucaliptus arrancado hace poco ¿te acuerdas?...cada golpe que recibió para ser derribado era un golpe a mi amor por él...pero esas son cosas que a veces algunos no entienden...

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  4. Gabriel Ignacio Bañados Balmaceda

    Lo se y lo recuerdo con respeto. Yo lo comprendo con nobleza.

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