Seas bienvenido a mis poemas
La luz se marchó
Luz despechada te largas y te marchas
Mientras el hombre llora divorciado de tu temple
Y la sombra le retuerce los pulmones de su vientre
Y lo sucumbe en cuentos de incertidumbre.
¡Por fin dejen a la luz en paz!
Es que grita un alma compañera.
Y que se largue tranquila,
Que reclame sus derechos,
Que se vaya de protesta,
Que se tome vacaciones,
Que se desencadene feliz,
Que se marche en cólera,
Que se esfume fumando en fa,
Pero que se marche en paz.
¡Y que ninguna voz lo impida!
Y más no se depriman,
Que nada catastrófico pasará;
Solo es hora de reflexionar…
Que las manos se hagan de las plumas
Y se bañen en la sangre azul,
Y le escriban poemas a la luz,
Bellos poemas a la antigua,
Para así; retorne más suave y más tranquila.
Gabriel Bañados B.